La belleza de lo cotidiano según Robert Doisneau

El beso frente al Hôtel de ville. (Robert Doisneau, 1950)
El beso frente al Hôtel de ville. (Robert Doisneau, 1950)

El fotógrafo parisino Robert Doisneau, fallecido en 1994, sigue siendo hoy uno de los más influyentes del mundo. Su trabajo, condensado en 110 fotografías, se recoge ahora en una exposición en la Fundación Canal de Madrid en la que no faltan algunas de sus capturas más icónicas. 

Un beso como legado

Una pareja de enamorados, en mitad del gentío parisino diario, se besa apasionadamente dando la espalda al edificio del Ayuntamiento de París. Sin ni siquiera decir cuál es la foto, a muchos ya os habrá venido a la mente, ¿verdad? Captando ese bello y efímero instante estaba la cámara de Robert Doisneau (París, 1912-1994), uno de los fotógrafos más influyentes de la historia, que convirtió a «El beso frente al Hôtel de ville» en una de las instantáneas más icónicas jamás realizadas. También, seguro, la que más dolores de cabeza le provocó. Hasta el punto de trastocar su salud cuando en 1988 una revista francesa se preguntó quiénes eran los protagonistas de la misma. Se multiplicaron entonces quienes pretendieron cobrar derechos por aparecer supuestamente en ella. Por suerte, Doisneau guardaba el justificante de pago realizado a los dos jóvenes actores de la Escuela de Arte Dramático de París a los que contrató para realizar la fotografía.

Esta foto, símbolo de su trabajo y de su apego a París, está presente, como no podía ser de otra forma, en la exposición ‘Robert Doisneau, la belleza de lo cotidiano’, que hasta el próximo 8 de enero acoge la Fundación Canal de Madrid, una retrospectiva única compuesta por 110 fotografías que abarcan casi medio siglo de trabajo de un artista inigualable que más que cazador de imágenes prefería considerarse un «pescador de imágenes».

La belleza de lo cotidiano

Y tiene todo su sentido, porque como buen pescador paciente y abnegado, Doisneau sabía esperar como nadie el momento preciso para captar en sus imágenes la irresistible belleza de lo cotidiano, de esas cosas que dejan de sorprendernos pero que encierran en su repetición diaria una nueva forma de atracción para el fotógrafo parisino. En la muestra, que está comisariada por sus hijas, éstas han hecho una cuidada selección atendiendo fundamentalmente a los principales intereses y temas favoritos de su padre. A través de ella han seleccionado 110 de los 450.000 negativos que Doisneau produjo en vida y los han dividido en dos secciones.

Robert Doisneau 02
Criaturas de ensueño (París, 1952)

Por un lado, la que da nombre a la exposición, en la que se recogen algunas de las instantáneas más emblemáticas y reconocidas de Doisneau en blanco y negro, aunque también otras imágenes menos difundidas o que incluso se muestran al público por primera vez. En total 80 fotos que condensan más de seis décadas de trabajo. Por otro, la serie Palm Springs 1960, un sorprendente trabajo de 1960 sobre la construcción de campos de Golf en esta ciudad del desierto de Colorado, realizado para la revista Fortune en su primer viaje a EEUU. Fue el primero a color del artista, que desde dos décadas antes había ido experimentado con el espectro cromático pero al que había renunciado hasta entonces por su precio y por no estar del todo seguro de la perdurabilidad del color en el tiempo.

Una exposición para no perdérsela.