Cerca de 400 dólares por barba les costó a un grupo de esperanzados fotógrafos crear una de las empresas de fotografía más importantes del siglo XX, la agencia Magnum. Los nada desconocidos fotógrafos Robert Capa, David Seymour «Chim», Henri Cartier-Bresson, George Rodger, Bill Vandivert, Maria Eisner y Rita Vandivert cofundaron una de las primeras cooperativas de este sector.
Más de seis décadas en las que estos y otros artistas de la imagen fotográfica que se fueron adhiriendo al proyecto lograron acercar a la sociedad algunos de los instantes más memorables de nuestra historia reciente. Magnum fue una de las primeras agencias en desvincularse del yugo controlador de la prensa de la época para que sus fotoperiodistas pudieran documentar temáticas variadas que recorren desde el horror de las guerras, la pobreza y la hambruna hasta las exuberantes curvas de las celebrities del momento.
Robert Capa consiguió capturar la recordada escena del desembarco de las tropas estadounidenses en la playa de Omaha, en la que se libró uno de los combates más duros de la batalla de Normandía. O congelar el instante en el que un miliciano anarquista era atravesado por una bala enemiga durante la Guerra Civil española.
Otros como David Seymour pudieron deleitarse con la seductora mirada de actrices de la talla de Sofía Loren o captar la sencillez y la introversión fuera de los focos y del maquillaje de Marilyn Monroe, como tuvo la oportunidad el estadounidense Elliott Erwitt.
La Agencia Magnum ha destacado a lo largo de los años por una singularidad aportada por su escritura fotográfica, por su rigor y por hacer hincapié en la importancia del trabajo de documentación e información, y les ha catapultado hacia la cima del éxito fotoperiodístico a nivel mundial. Y es que 400 dólares bien invertidos dan para mucho.
