¿Se puede fotografiar algo tan abstracto como la globalización? ¿Cómo mostrar este proceso global que ha afectado al mundo entero en todos los aspectos, desde el cultural al económico pasando por el político? ¿Es posible representar gráficamente algo tan intangible? Seguro que muchos fotógrafos a lo largo y ancho del globo terráqueo se han hecho esta pregunta y han intentado encontrar una solución al enigma. Andrea Robbins y Max Becher nos ofrecen su particular solución en ‘Desplazamientos’, una de las exposiciones de la edición 2016 de PhotoEspaña.
Desplazamientos
El Museo ICO de Madrid acoge desde el pasado 1 de junio y hasta el próximo 11 de septiembre una exposición que, a su manera, se ha atrevido a intentar plasmar sobre el papel fotográfico el siempre abstracto concepto de la globalización. Y lo ha hecho acercándose a un fenómeno curioso y cada vez más extendido: el de la copia de edificios o costumbres muy lejos de donde éstos y estás tienen su origen. Los responsables del proyecto fotográfico que se ha colado en la edición 2016 de PhotoEspaña son los fotógrafos Andrea Robbins y Max Becher, que durante el último cuarto de siglo han centrado todos sus esfuerzos y su atención en lo que ellos han bautizado como «lugar transportado», es decir lugares que se reproducen fuera de lugar y que al desplazarse a otro rincón del mundo generan nuevas causas y consecuencias.
La exposición, titulada ‘Desplazamientos’, fue inaugurada en el Museum für Gegenwartskunst, de la ciudada alemana de Siegen, y consta de 11 series fotográficas que nos muestran como los edificios, las costumbres o las vestimentas que consideramos típicas de un país o una región y que, por tanto, asociamos de forma directa a esas zonas, tienen su réplica en partes del mundo totalmente alejadas y, en principio, ajenas, poniendo en entredicho el concepto de local y diluyendo las fronteras de lo propio y lo ajeno.
Fotografías para reflexionar
Las fotografías de Andrea Robbins y Max Becher van acompañadas en las exposición por unos textos breves que nos ponen en contexto y que nos hacen reflexionar sobre el trabajo de campo, casi antropológico, llevado a cabo por los de fotógrafos durante los últimos 25 años. Un trabajo que les ha llevado a recorrer medio mundo en busca de esos lugares fuera de lugar cada vez más comunes, pero que en muchos casos pueden pasar desapercibidos, ya que al aparecer en un nuevo espacio, con el paso del tiempo acabamos aceptándolos y viéndolos como propios.
Como muestra, dos de los ejemplos que compartimos en este post a modo de fotografía. Por un lado la serie ‘Black Cowboys’, desarrollada durante más de 8 años, en la que los fotógrafos han capturado a los vaqueros negros en EEUU, una auténtica rareza (o no tanto) en un mundo que siempre se nos ha presentado en blanco. También, por otro lado, la serie ‘El occidente en oriente’, que tiene como más simbólica una imagen de la Torre Eiffel en un escenario que nos resulta ajeno, la ciudad china de Hangzhou.