Hoy viernes 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Un día que, además de para los periodistas y para todos aquellos que de alguna u otra forma están vinculados a los medios de comunicación, debería ser especial y muy señalado para cualquier ciudadano del mundo. De la libertad de prensa, de unos medios libres de las presiones de las grandes empresas y políticos, y de unos periodistas libres de todo tipo de presión externa depende en gran medida la calidad de una democracia.

Dentro de esos medios brillan cada día con más fuerza los fotoperiodistas. Los encargados de plasmar con sus imágenes la realidad del día a día, de captar en una instantánea toda la esencia de un evento, de un acto, de una manifestación, de una guerra… Profesionales que a diario nos brindan capturas que son auténticas joyas de la fotografía. Un grupo de elegidos con la sensibilidad suficiente para saber cuándo es el momento oportuno para conseguir la toma perfecta. La fotografía que perdurará al paso del tiempo.
Ahora una generación irrepetible de fotoperiodistas españoles está acaparando los grandes premios del mundo de la fotografía periodística. Manu Brabo se acaba de alzar con el Pulitzer; Samuel Aranda, Emilio Morenetti o Bernat Armangue alzaron el World Press Photo. Todos ellos, sin embargo, tienen algo en común. Tuvieron que buscarse la vida fuera ante la falta de oportunidades en España. Muchos de ellos como freelance en guerras donde conseguían sus instantáneas sin apenas protección.
Hoy, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa queremos hacer un homenaje a todos los fotoperiodistas del mundo. Y como deseo, pedir que algún día no muy lejano todos nuestros grandes reporteros fotográficos puedan contarnos con sus magníficas fotos la realidad de un país como el nuestro.