
Los smartphones han mejorado tanto la calidad de sus cámaras que incluso podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que la cámara compacta atraviesa el peor momento de su historia. Y entre las fotos que podemos hacer con un móvil ha cobrado especial protagonismo en los últimos tiempos el selfie o autofoto, que como su propio nombre indica no es otra cosa que fotografiarnos a nosotros mismos.
Y es que, tras aquel histórico selfie de la Gala de los Premios Oscar de 2014 en el que la presentadora de la gala, Ellen DeGeneres, se fotografiaba ni más ni menos que junto a Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Badley Cooper, Julia Roberts, Kevin Spacey, Brad Pitt, Angelina Jolie, Lupina Nyong’o y Jared Leto todos queremos nuestro minuto de gloria. Aquel famoso selfie grupal hollywoodiense desbancó del primer puesto de la imagen más ‘retuiteada’ de la historia al mismísimo Obama, que tenía el récord gracias a aquella famosa instantánea del baile presidencial. ¡Lo sentimos presidente!

La moda del selfie ha calado muy hondo entre los usuarios de smartphones. Tanto es así que este gusto por la autofoto deambula peligrosamente entre el frikismo y la temeridad. La prueba está en que uno de cada cuatro jóvenes europeos se ha hecho un selfie al volante. Por no hablar de la moda de autofotografiarse en escenarios arriesgados como haciendo paracaidismo, corriendo unos encierros o en lo más alto de un rascacielos sin seguridad alguna. Todo vale para conseguir el selfie más peligroso.
En este contexto de locura total por los selfies, son muchas las empresas que buscan sacar rentabilidad a esto de las autofotos y ya podemos encontrar en el mercado inventos como el stick para selfies o el trípode motorizado de Lenovo. Ambos han sido creados para poder seleccionar un buen encuadre y hacernos la foto sin necesidad de sostener el móvil con la mano. Incluso podemos encontrar ¡un flash exclusivo para selfies!
Las compañías de móviles trabajan sin descanso para ofrecer cámaras frontales de mayor calidad que estén a la altura de las expectativas de los usuarios, llegando a igualar en ocasiones la calidad de imagen de cámara trasera y delantera. Incluso, se investigan nuevas aplicaciones móviles para sacarle partido al selfie. Parece, por tanto, que la moda del selfie sigue vivita y coleando, y que aún nos queda autofoto para rato.
¿Qué opináis vosotros de esta moda?