Las redes sociales no paran de experimentar y crecer. Claro ejemplo de ello son Twitter e Instagram, las cuales juegan un particular derbi de un tiempo a esta parte. Aunque sus conceptos de base son distintos, ambas plataformas lidian un pulso en lo que a la parte audiovisual se refiere. Así, Instagram inició el verano de 2013 anunciando el lanzamiento de su función de vídeo en un claro intento por contrarrestar el éxito de Vine en Twitter. Y la estrategia parece que le ha funcionado a la aplicación fotográfica de Mark Zuckerbeg: en sus primeras 24 horas de vida se compartieron más de 5 millones de vídeos y una semana más tarde ya circulaban un 50% más de enlaces de Instagram que de Vine, según la herramienta de estadísticas Topsy.
Quizá, partir de un uso más gráfico ha sido una ventaja para Instagram en esta carrera de fondo por el número de usuarios. Además, esta red social ha concebido sus vídeos de 15 segundos – frente a los 5» de Vine -, los ha dotado de 13 de sus conocidos filtros y, también, permite seleccionar el frame que se prefiera como portada. Pero, en cualquier caso, todavía se trata de una opción a explorar. Por ello, como informan en Clases de Periodismo, se ha promovido una conversación abierta en Facebook mediante el hashtag #instagramvideo en la que reflexionar sobre sus usos.
El debate está servido
A pesar de eso mismo, de que la función de vídeo de Instagram acaba de ver la luz, ya hay quienes han apuntado que la aplicación ha perdido su esencia. En este sentido, nos quedamos con las palabras de la bloguera y consultor de marketing digital Clara Ávila:
Instagram no es sobre foto ni sobre vídeo: instagram es sobre momentos. Puede que eso sea lo que me gusta de instagram, poder sacar el móvil, captar un momento y subirlo para compartirlo en las demás redes sociales. En instagram se crea un micromundo de instantes y de comunicación. (…) Lo bueno de instagram es la herramienta, es la red social en sí, no el tipo de contenido que en ella se comparte. Por eso creo que la presencia de los vídeos no mata la esencia de instagram: la herramienta, la aplicación, se mantiene.
Y vosotros, ¿qué opináis?