Un viaje por Europa a través del retrato

Anton Corbijn, Marlene Dumas, 2000.
Anton Corbijn, Marlene Dumas, 2000.

El Espacio CentroCentro Cibeles de Madrid, sede del ayuntamiento de la capital, acoge hasta el próximo 28 de agosto, dentro de la edición 2016 de Photoespaña, la exposición ‘Rostro. Fotografía europea de retrato desde 1990’, un viaje a través de la cámara de 33 reconocidos fotógrafos europeos por un tipo de fotografía muy específico, el del retrato, que es también una invitación a reflexionar sobre la cultura, la identidad y la historia del viejo continente.

150 retratos de 33 autores

En plena era del selfi y de la masificación hasta límites insospechados del autorretrato, Photoespaña 2016 nos propone un viaje por los últimos 25 años de la fotografía de retrato europea, una modalidad caracterizada por su capacidad para crear identidades y hacernos ver ante el espejo, reflejados en otras personas tan heterogeneas como lo es la propia Europa. A través de 150 fotografías de 33 autores, sólo uno de ellos español (el gran Alberto García-Alix), la muestra comisionada por Frits Gierstberg y coproducida por Nederlands Fotomuseum, Bozar Brussels y Museum of Photography Thessaloniki nos propone un viaje por un cuarto de siglo en el que es más que evidente la evolución de este género fotográfico.

El punto de partida de la exposición se sitúa en 1990, momento en que la caída del muro de Berlín y la llegada de internet supusieron una acumulación de cambios en el seno de la sociedad europea y, también, en el campo de la fotografía. Cambio que se vio especialmente reflejado en el paso de la fotografía de retrato de grandes personalidades (herencia del retrato pictórico) a una concepción en la que la gente anónima empezó a llamar el interés de la cámara para convertirse en los protagonistas del retrato. Quizás por ello, la muestra organizada por Photoespaña muestra especial atención por el trabajo del alemán Thomas Ruff, considerado por muchos un eslabón fundamental en el paso hacia esta nueva concepción del retrato. No obstante, al final de la exposición aún queda espacio para la tradición pictórica, una corriente del retrato que se niega a perder su sitio. Ahí están los retratos de algunos de los grandes líderes europeos como el canciller Helmut Schmidt o los políticos franceses Jacques Delors y Simone Veil.

Diversidad Europea

Alberto García-Alix, Autorretrato, 2002.
Alberto García-Alix, Autorretrato, 2002.

‘Rostro. Fotografía europea de retrato desde 1990’ es también una invitación a indagar en la diversidad histórica y cultural europea a través de la fotografía, una muestra que nos permite observar la variedad y la heterogeneidad de la personalidad europea, tan diversa como cada uno de los países del viejo continente, como cada una de sus múltiples regiones, como cada uno de sus millones de habitantes.

Por ello también cada uno de los 150 retratos son una excusa para que nos veamos reflejados en los ojos de los otros, para que podamos ponernos en su lugar y sentirlos cercanos, para que pese a la distancia geográfica que nos separa, sepamos mirarlos a los ojos con empatía.